Con mi familia ya llevábamos algunos días en las instalaciones del Hotel Cabaña del Lago, en Puerto Varas, cuando decidimos aventurarnos aún más al sur. Así es como llegamos a un lugar de la Carretera Austral que se robaría mi corazón.
Villa Cerro Castillo es un lugar de la carretera Austral que se ha hecho famoso por estar a los pies del Parque Nacional Cerro Castillo. Aquí se pueden realizar distintos trekking según lo que cada uno quiera.
Hay algunos que exploran el parque por semanas. Y otros, como yo, que decidimos hospedarnos en la Villa. Una elección importante en un año de crisis, donde si con algo podemos contribuir es con fomentar el turismo de nuestra propia patria, ayudando a todos aquellos que viven de esto. Yo alcancé a ir justo este verano 2020, por lo que el Coronavirus no era una amenaza, pero estoy segura que el sector necesita turistas más que nunca.
Villa Cerro Castillo cuenta con muchas opciones de alojamiento, pero si decide ir en verano probablemente se va a enfrentar a una situación complicada si llega sin reservar. Con mi familia estuvimos más de 1 hora entrando a distintos almacenes pidiendo contactos de cabañas.
En la calle encontré un cartel con un número, llamé y para mi suerte contaban con una cabaña para 6 personas. Así fue como conocí a Deisy Medina. Su cabaña era mucho mejor que cualquiera de las que había visto, así que me sentí afortunada de no haber reservado antes. Además, estaba ubicada en el camino que se dirige al parque nacional, ideal para partir en la mañana siguiente a conocer la laguna del famoso Cerro Castillo.
Aquí viene la gran decepción. Por primera vez en mi viaje recorriendo la carretera austral me cobraban tan caro por hacer un trekking: $15.000 pesos para chilenos (y un poco más para extranjeros). La verdad, dudamos si pagarlos. De mi familia fuimos cuatro los que decidimos realizar el ascenso es decir: $60.000 pesos (sumando comida, alojamiento... esos 60.000 pesos rápidamente se transformaban en más de 200.000).
Lo que nos convenció a pagar esta brutalidad de plata: probablemente no volveríamos a esta zona en varios años más, y nos dijeron que habían altas probabilidades de que este precio siguiera subiendo. Además muchas personas nos habían dicho que este lugar era de los más icónicos de la Patagonia chilena. Era ahora o nunca.
Fueron más de 3 horas de subida. Un trekking bien duro, de los más cansadores que habíamos hecho durante estos días de sur. Pero, a pesar de su dificultad había todo tipo de personas subiendo: niños, ancianos, flacos y otros con más cuerpo. Dicen que este trekking tarde o temprano todos lo logran, pero hay que tener en cuenta que a peor estado físico más difícil y lenta se lograra la llegada a la laguna.
En 3 horas y unos minutos alcanzamos la meta. El esfuerzo había valido la pena, sobre todo porque nos tocó un día espectacular, con un par de nubes que le daban el tinte patagónico al paisaje. Nos quedamos arriba disfrutando alrededor de una hora. Para estar tan al sur y tan cerca de la nieve hacía calor. Se convirtió en uno de mis lugares favoritos de la Carretera Austral, por lo que es uno de los que más recomiendo.
Tips:
- Bloqueador
-Llevar al menos 2 litros de agua por persona (hay 2 puntos para llenar botellas)
-Zapatos de trekking
-Bastones (no necesario, pero son de ayuda)
-Llevar comida (ideal un par de colaciones y algo para almorzar arriba)
- Algo abrigado por si se nubla arriba.
- Y lo más importante: ¡¡Muchísima energía!!